Hola a todas,
Las fiestas navideñas están a la vuelta de la esquina, y estas fiestas son la ocasión perfecta para lucir nuestras joyas. En el post de hoy quiero explicar cómo podemos sacar el máximo partido a nuestras joyas y hacer que luzcan más bonitas! En general para el mantenimiento de una pieza de oro, podríamos decir que basta con cepillarla con un cepillo de cerdas suaves, agua y jabón, el jabón para platos es perfecto! y para el secado bastará con un pañuelo de papel, fácil no?
Unas pequeñas recomendaciones:
- No limpiéis nunca las piezas en el baño, parece tonto, pero una vez enjabonadas son muy resbaladizas y tenemos que tomar la precaución para que no nos caigan por el desagüe!
- Revisad que no tengáis una piedra floja, la podríamos perder!
- Por último, el cepillado ha de ser muy suave, insistir en la parte interior que es donde se acumulan los restos de cremas y suciedad y si la pieza está muy sucia, usad agua caliente que os ayudará en la labor.
Ahora bien, que hacemos con aquellas piezas que están algo ralladas o han perdido su bonico color?
Después del verano, la playa, las cremas, la tierra que se mete por todas partes… nuestras joyas también lo sufren y se rayan e incluso las piedras se pueden llegar a mover, con el riesgo de acabar perdiendo alguna. Para que esto no suceda y nos ahorremos un disgusto, os propongo que las llevéis a vuestra joyería de confianza para pulir, repasar y/o rodiar. Llevar a repasar aquellas piezas de vuestro joyero que más uséis y/o desgaste puedan tener, os puede salvar de más de un sofoco y no os costará ninguna fortuna, os quedaran y parecerán nuevas, y os aseguro que vale la pena!
Entendemos por pulir, el alisar las imperfecciones por ralladura y golpes, devolver la textura lisa y el abrillantado a la pieza. Entendemos por repasar, el verificar el estado del encastado de los brillantes o piedras, si los hay, el estado de los cierres y el desgaste en general de la pieza, este paso evita el perder cadenas y brazaletes por excesivo desgaste… y finalmente, entendemos por rodiar, el volver a bañar con rodio, un baño especial que se les hace a las piezas de oro blanco para que luzcan aún más blancas.
Antes del pulido, repasado y rodiado
Una vez pulido, repasado y rodiado. Notáis la diferencia? Es evidentes verdad? El rodiado devuelve el color blanco y hace que brille como nueva.
Seguro que si seguís uno de estos pasos, o los dos! estas fiestas brillares tanto como vuestras joyas!
Feliz semana.
M.